ASUNCIÓN, En una actividad no considerada en el programa oficial, luego de rezar las vísperas en la Catedral de Asunción (Paraguay) el Papa Francisco visitó el Colegio Cristo Rey y la iglesia anexa, y se encontró con algunos jesuitas paraguayos y con jóvenes alumnos, a los que alentó a “hacer lío”.
Según indicó el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, el Santo Padre llegó a la parroquia de Cristo Rey “para encontrar a los jesuitas de Paraguay, que estaban en esta iglesia”.
De acuerdo al recuento del vocero vaticano “estaban más o menos 30 o 40 jesuitas en la iglesia”.
“En esta iglesia está la reliquia del corazón de San Roque González, que es el mártir fundamental de la historia de las misiones jesuíticas, y fue el cura de la Catedral de Asunción, Es una gran figura de la historia del Paraguay, el primer santo paraguayo”.
San Roque González, sacerdote jesuita nacido en Asunción en 1576 e intenso misionero, fue asesinado por nativos guaraníes en 1628, junto a otros misioneros. El cuerpo del santo y de sus compañeros fueron lanzados a una hoguera, pero el corazón no se deshizo sino que quedó carbonizado.
El P. Lombardi señaló que “esta reliquia es un corazón carbonizado está en la iglesia y el Papa rezó un poco ante esta famosa reliquia, porque él tiene como Papa, más que como jesuita, una devoción particular a San Roque González”.
“Después de esta breve visita a la iglesia el Papa pasó a un campo del colegio, porque esta iglesia es anexa al gran colegio de Cristo Rey para jóvenes, y estaba un gran grupo de jóvenes. Algunos centenares, no sé si 300 o 400”.
En su encuentro con los jóvenes estudiantes, el Papa “hizo un discurso muy pequeño pero muy fuerte –como es su costumbre–, invitando a la responsabilidad, invitando al empeño, invitando a la alegría en el anuncio del Evangelio”.
El Papa pidió a los jóvenes estudiantes, recordó el P. Lombardi, que sean “activos y que estén llenos de coraje y de alegría de testimoniar su fe, y ha terminado con la famosa invitación a hacer lío”.
El vocero vaticano precisó que esta visita fue breve, de “20 o 30 minutos”.