[AdSense-B][AdSense-B]BRUSELAS, cuando en muchos lugares se conmemora el Día del Niño por Nacer, la conmovedora carta que una mujer embarazada escribió a su hijo luego de sobrevivir a los brutales atentados ocurridos en Bruselas, la capital de Bélgica.Sneha Mehta, embarazada de solo 16 semanas, y el martes llegó procedente de Abu Dabi a Bruselas acompañada de su esposo, Sameep, cuando estallaron las bombas en el aeropuerto “y el techo empezó a caerse a pedazos sobre sus cabezas”.
Afortunadamente, los Mehta conocen bien el aeropuerto. Se dirigieron al estacionamiento. Vieron gente agazapada detrás de los autos, en shock, al punto de ser incapaces de salir corriendo.
Ella sabía que sobreviviría. “Lo tenía muy claro”, declaró. “Lo sabía con seguridad”. Todo fue por el bebé.
Después de unos momentos pudieron correr hasta la autopista donde un taxi los recogió. El chofer no solo los llevó al hospital sino que les fue hablando todo el camino: justo lo que necesitaban en un momento así.
En el hospital Sint Augustinus hubo un momento hermoso: el ultrasonido mostró que el bebé –aún no saben todavía si es niño o niña– parecía estar sano y contento, chupándose el dedo pulgar.
Cuando ella y su marido llegaron a su casa en Amberes, informa CNN, Sneha sintió la necesidad de escribir una carta a su bebé que quizá abra cuando cumpla 16 años o tal vez después. No lo ha decidido aún.
Este es el texto completo de la carta de Sneha Mehta para su hijo:
Hola cariño.
No sé si ya te lo dijimos en persona, pero cuando tenías 16 semanas, mamá y papá estuvieron en una explosión en el aeropuerto de Bruselas.
Y no importa dónde esté la humanidad hoy día, sólo quiero decir que la vida es algo maravilloso, y el mundo está lleno de gente impresionante.
No solo le diste a mamá y papá fe y motivos para vivir, sino también un conocimiento y una consciencia que no teníamos antes.
Me sentí más viva que nunca, y sabía que tenía que protegerte, así que estaba tranquila, compuesta y plenamente consciente de que sobreviviremos.
Cuando llegamos a emergencias en Sint-Augustinus, y te vimos tan ajeno a todo y chupándote el dedo pulgar en la ecografía, y haciendo tus acrobacias habituales, se evaporó toda la desconfianza, el odio y la angustia por el ataque terrorista.
Espero de todo corazón que nazcas en un mundo mejor, y si no, que hagas todo lo posible para que sea así.
Eres lo más precioso para nosotros, y ya has sido un héroe hoy. Creo que el mundo te ha enviado tanto amor y esperanza, que debes dedicar a devolver esa bondad.
Que siempre seas valiente y saludable. Es indescriptible lo mucho que te queremos.
Mamá y papá
Ahora, cuando piensa en aquel martes, Sneha no recuerda tanto a los terroristas sino a los equipos de emergencia que hacen su trabajo y en todos los conductores que se detuvieron a lo largo de la carretera para recoger a la gente que lloraba desesperadamente.
También piensa en la comunidad en la que vive. “Y la gente se sigue uniendo, sin importar la raza, el color o los antecedentes”. El atentado “fue algo terrible, pero el mundo sigue siendo maravilloso”, afirma la orgullosa madre.